El pasado viernes 11 de septiembre, Julio César Rivas, dirigente estudiantil privado de libertad por protestar el 22 de agosto contra la ley Orgánica de Educación (LOE), pasó toda la tarde en la sede de Brigada de Acciones Especiales (BAE), mientras se gestionaba su cupo en la cárcel de El Rodeo I.
No valió de mucho la espera, el joven irá a otro lugar. Tamara Sujú, abogada y especialista en Derechos Humanos, confirmó a La Verdad que el estudiante sería trasladado al centro de reclusión Yare 3.
“Todos los que llevamos el caso de Julio César estamos más tranquilos porque ya no será trasladado al Rodeo I sino al centro penitenciario de Yare 3, junto a Richard Blanco, prefecto de Caracas. No estamos alegres porque sigue preso, decisión injusta y 100 por ciento política, sólo porque se atrevió a marchar en contra del Gobierno, en contra de una ley que no comparte. Ese fue su delito y por eso está privado de su libertad”.
Alfredo Romero, abogado que lleva el caso del estudiante junto a Gonzalo Himiob, utilizó una vía hoy habitual. Confirmó por Twitter la información de que Julio Rivas sería llevado a Yare 3. Su comentario decía: “Julio Rivas para Yare 3. Mucho más seguro. Estará con Ríchard Blanco. Hoy duermo mejor”.
Aunque la parte defensora está más conforme con la decisión, cabe recordar las declaraciones de Julio Rivas padre, quien en recientes declaraciones al canal de noticias Globovisión, refirió estar tranquilo de que al joven lo llevaran a El Rodeo I. ¿La razón? Gracias a su condición de pastor evangélico se puso en contacto con su colega del centro penitenciario, quien cuidaría a su hijo.
Sujú informó que la mamá de Julio César Rivas llegó ayer al país, procedente de los Estados Unidos, donde vive con otros dos hijos.
Por una marcha
Julio César Rivas tiene 12 días preso sólo por participar en una marcha contra la ley Orgánica de Educación (LOE) el pasado 22 de agosto. De acuerdo con el Gobierno, la participación del estudiante de la Universidad Alejandro de Humbolt de Carabobo fue violenta, basándose en que él, junto a miembros del grupo Juventud Activa Venezuela Unida (Javu) -que lidera- intentaron romper un cordón policial.
El joven de apenas 22 años de edad, más adelante fue imputado por la presunta comisión de los delitos de instigación a delinquir, resistencia a la autoridad, excitación a la guerra civil y uso de arma genérica. Los fiscales 20mo. nacional y 20mo. del Área Metropolitana de Caracas, Daniel Guedez y Daisy Bolívar, respectivamente, fueron los encargados de inculparlo, luego de una audiencia de presentación celebrada el pasado 9 de septiembre.
Gonzalo Himiob, abogado del dirigente explicó que ningún delito de los cuales se le acusa a su cliente aparecen en las pruebas que mostraron a las autoridades pertinentes. Pero la justicia no parece escuchar y Julio Rivas sigue tras las rejas. A pesar de que la suerte no está jugando a favor del estudiante.
Rivas no está solo. Sus compañeros de clases, los dirigentes estudiantiles más destacados del país, partidos políticos y familiares llevan día a día la voz de protesta en cada ciudad de Venezuela gritando a coro su rechazo a la decisión de privarlo de libertad.
“Un vulgar acto de retaliación política”
Wilfredo Feo Krischke, secretario de Profesionales y Técnicos de Copei condenó que el estudiante Julio César Rivas esté preso por protestar. Consideró su reclusión como “un vulgar acto de retaliación política en contra de todos aquellos que piensan distinto del régimen de Hugo Chávez”.
“El gobierno nacional está consciente que no puede garantizar la vida de este joven estudiante, ni de ningún otro recluso dentro las cárceles venezolanas que son de alta peligrosidad. Uno se pregunta entonces: ¿Cuál es el objetivo? El gobierno que dice ser revolucionario ha demostrado una vez más su fracaso en materia penitenciaria y de derechos humanos en Venezuela”.
Feo Krischke, agregó que en todos los centros penitenciarios de Venezuela hay hacinamiento. “El haber recluido en la cárcel de La Planta a los trabajadores de la Alcaldía Metropolitana que dignamente reclamaban por sus reivindicaciones laborales y en Yare al Prefecto de Caracas Ríchard Blanco, nos muestra la debilidad de este gobierno que luego del fracaso de estos últimos 10 años, recurre a la utilización de las cárceles como arma de represión, con la finalidad de meterle miedo a la población que está cansada del discurso vacío y sin futuro que pregona el chavismo”.
Vía Diario La Verdad
