miércoles, 27 de mayo de 2009

La "Izquierda" de Venezuela es realmente "la nueva Derecha" (tomado de http://www.moebius77.com/)

La "nueva derecha" en Venezuela: relativismo y sofismas para atentar contra el ciudadano

antiautoritarismo

Apuntes dirigidos a tratar de entender el desmantelamiento sistemático del aparato institucional y su justificación de parte de la nueva intelligentsiadel país.

Premisa 1: Dada mi postura particular (que ha sido explicada ad nauseumen este blog, aquí, por ejemplo) estoy completamente de acuerdo con acciones dirigidas a quitarle poder al Estado en pro de los ciudadanos. Venezuela, país monoproductor y Petroestatista, debe combatir con furia la lógica de dádivas, recompensas y clientelismo que se establece alrededor de un Estado que cuenta con todos los recursos y los distribuye a su antojo (a diferencia de Estados europeos donde el contribuyente financia al Estado con sus impuestos).

Premisa 2: Es innegable que lo que hemos presenciado es un desmantelamiento de las instituciones democráticas, no del Estado. La gran maquinaria se revuelca en el petróleo y se hace cada vez más fuerte ya que resta núcleos de poder al ciudadano común al eliminar las acciones institucionales.

Por eso da algo de lástima ver gente que se auto-define "de izquierda" avalando la concentración de poder y decisiones en el Estado en detrimento de las instituciones que se destruyen ya que éstas no se sustituyen ni se reforman. Que alguien tenga la decencia de explicarme cómo diablos puede ser "de izquierda" el irrespetar contratos colectivos a obreros, oponerse a líderes sindicales, decretar "verticalmente" que existen las cooperativas o qué debemos leer.

Sintomático de esto es el que (1) el aparato judicial sea completamente sumiso al poder Central. Es preocupante que "la izquierda", movimiento que no ha escatimado adjetivos para criticar el uso de las Cortes de Silvio Berlusconi en Italia (y sus artimañas para evitar ser enjuiciado) o las nominaciones de Jueces conservadores en los Estados Unidos de parte de George Bush, haga mutis total cuando el Presidente Señor Hugo Chávez "manda" órdenes de arresto por televisión o dicta líneas judiciales. No sólo debería ser escandaloso y humillante para esta "izquierda" el que se encarcele a alguien sin orden de arresto, sino que cualquier demócrata que vela por la imparcialidad de la justicia y el derecho a un juicio decente debería haber levantado su voz en cualquiera de estos casos. Recordemos que "El Imperio" -término neo-racista utilizado para descalificar a los norteamericanos tout court, no a sus políticas intolerables-, fue capaz de echar al nefasto Alberto Gonzales del poder por haber ascendido a una ficha política utilizando su influencia. No sólo es eso impensable en Venezuela, sino que Cilia Flores, quien tiene 20-tantos primos en la Asamblea Nacional, jamás rendirá cuenta de sus actos de corrupción. ¿Y "la izquierda"? Mutis.

Esto nos lleva a postular que: La "nueva derecha" venezolana(disfrazada de izquierda) tiene como único proyecto el realizar una serie de ejercicios retóricos que buscan relativizar e inscribir todas las acciones en un marco "neo-legal", acciones que, de parte de cualquier gobierno que les fuera desfavorable, repudiarían con fuerza pero que ahora avalan,justifican y discuten.

La maniobra es sutil y se basa en el silencio total (el caso de la maleta de Antonini), o en una lectura extremadamente relativista y contextual (la "no renovación" de la concesión de RCTV), o en disparates retóricos (la designación de Farías a dedo como "voluntad popular").

Podemos esperar –y anótenlo-, que la nueva derecha defenderá u observará pasivamente cómo el canal de televisión Globovisión es llevado a juicio con una acusación disparatada, igual que la derecha pinochetista desaparecía activistas con juicios disparatados. Entre ellos se entienden.

Ahora, una pequeña digresión en torno a este último tema. A riesgo de rebajarme al nivel de disparates que les encanta a estos sofistas útiles (un cruce entre relativismo radical –"no tengo pruebas de violaciones a los derechos humanos en Darfour"-, y un troll de Internet con mucho tiempo libre), déjenme explicarles, por enésima vez, cómo reacciona la izquierda normal, no la derecha-patológica, enfrentada a esta "polémica".

Vamos por pasos, para que se entienda lo que quiero decir: 

  • No me gusta Globovisión. Me parece bajo, rastrero y manipulador. Sin embargo (¡wow!), reconozco el derecho de Globovisión a vehicular las ideas horrorosas que tiene otra gente. No voy por la vida censurando películas o exigiendo que se retiren discos en venta que no me gustan. No soy Wallmart.

  • Si el canal ha violado la Ley, debió ser multado en su debido momento. No se puede utilizar una acusación sobre el reportaje de un terremoto como tótem para condensar todas las ocasiones en las cuales el gobierno se sintió ofendido. Si usted se come la luz y comparece ante un juez, el juez no tiene derecho a acusarlo de haber roto una ventana a los diez años o de haber salido con dos novias a la vez cuando era adolescente.

Por supuesto que una multa o sanción jamás será motivo suficiente para sacar del aire a un canal (llámenlo como quieran, el que invente el mejor sofisma se gana una chupeta). Porque de eso se trata, de defender el derecho de una minoría ante la máquina colosal del Estado. ¿No es eso, la izquierda? ¿No se ha tratado siempre de eso? Es Chomsky defendiendo el derecho de Faurisson a un juicio justo, después de dejar en claro que jamás podría estar de acuerdo con lo que piensa el profesor francés. ¿Es eso tan difícil de entender?

Podríamos hacer el mismo ejercicio con muchas cosas más: La nueva ley de procesos electorales, el CNE autorizando un referéndum ilegal, el recorte presupuestario en las Universidades, la imposición de una agenda cultural… El fin es el mismo: Concentrar poder, recursos y dinero en el Estado, en detrimento de los ciudadanos. Es decir, exactamente lo contrariode lo que ha sido la propuesta de la izquierda, para quien la cultura libre y múltiple (y no esto) y las Universidades siempre han sido puntos de honor.

Estos sofistas útiles que sólo buscan justificar el que nosotros como ciudadanos perdamos poder ante el Estado (¿alguien dijo "Internet suntuaria"?) son los nuevos enemigos jurados de la izquierda venezolana. A veces, es bueno saber quiénes son, de dónde vienen y cómo piensan.

Ellos son la nueva derecha.

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